miércoles, 15 de mayo de 2013

Pequeños placeres

Los pequeños placeres se encuentran en la vida cotidiana y a lo largo del día, una persona puede llegar a tener infinidad de estos pequeños placeres que, siendo algo tan simple, puede llegar a alegrar el día a aquellos que lo experimentan.

Estoy seguro que muchas personas comparten gran cantidad de estos placeres. Reventar pompitas de embalaje es un buen ejemplo, ¿¡quién no se ha quedado alguna vez durante un buen rato reventando estas pompitas y estar pasándoselo en grande!?


Hay muchísimos más tipos de pequeños placeres: despertarse por la noche y mirar la hora y ver que puedes seguir durmiendo, darle un primer sorbo a tu refresco favorito una calurosa tarde de verano... o incluso el olor a libro antiguo o el hecho de disfrutar del calor que desprenden unos apuntes recién fotocopiados.

El caso es que hay que disfrutar de todos estos pequeños placeres que pueden conseguir que un mal día no lo sea tanto y repetirlos tantos como sea posible sin importar lo que piensen los demás.